La obra "Frankenstein" de Mary Shelley ha fascinado a generaciones con su complejo tejido de temas que van desde la ambición científica hasta la alienación social. Sin embargo, más allá de las narrativas superficiales, la novela ofrece una oportunidad única para una reflexión filosófica sobre el feminismo y la creación. En este post, exploraremos cómo la influencia de la madre de Shelley y la lucha feminista pueden haber moldeado las identidades del Dr. Frankenstein y su monstruo desde una perspectiva ontológica.
La Influencia de Mary Wollstonecraft: Mary Shelley, hija de Mary Wollstonecraft, una destacada defensora de los derechos de las mujeres y autora de "Vindicación de los Derechos de la Mujer", creció inmersa en el fervor del movimiento feminista emergente. La filosofía feminista de su madre, que abogaba por la igualdad de género y la libertad individual, sin duda dejó una marca indeleble en la mente de Shelley y, por extensión, en su obra.
El Dr. Frankenstein como Símbolo de la Ambición Desmedida: El Dr. Victor Frankenstein, el protagonista de la novela, personifica la ambición científica desmedida y la búsqueda de poder sobre la naturaleza. Su obsesión por trascender los límites de lo conocido y crear vida artificialmente refleja la mentalidad ilustrada de la época, pero también puede interpretarse como una representación de la arrogancia masculina que busca dominar y controlar la creación.
El Monstruo como Metáfora de la Oprimida Criatura Femenina: La criatura creada por el Dr. Frankenstein, aunque inicialmente concebida como un logro científico, se convierte en una metáfora de la opresión y la marginalización. Aislada y rechazada por la sociedad, la criatura busca desesperadamente aceptación y afecto, pero solo encuentra repudio y violencia. Esta narrativa puede interpretarse como una reflexión sobre las experiencias de las mujeres en una sociedad patriarcal que las excluye y las reduce a la condición de "monstruos".
Reflexión Ontológica sobre la Creación y la Identidad: Desde una perspectiva ontológica, la novela plantea preguntas fundamentales sobre la naturaleza de la creación y la identidad. ¿Quién tiene el poder de definir lo que es "humano" o "monstruoso"? ¿Puede la creación escapar de las limitaciones impuestas por su creador? La lucha existencial del Dr. Frankenstein y su criatura para encontrar un sentido de identidad y propósito nos invita a reflexionar sobre nuestras propias relaciones con el poder y la autonomía.
Conclusión: En "Frankenstein", Mary Shelley nos ofrece más que una simple historia de terror; nos brinda una poderosa reflexión filosófica sobre el feminismo, la creación y la identidad. A través de los personajes del Dr. Frankenstein y su criatura, Shelley nos insta a cuestionar las estructuras de poder y dominación que perpetúan la opresión y la alienación en nuestras sociedades. Al explorar estos temas desde una perspectiva ontológica, podemos profundizar nuestra comprensión de nosotros mismos y del mundo que habitamos.
0 Comentarios