La actual administración de Luis Abinader ha generado un debate intenso sobre si realmente está gobernando en beneficio de los dominicanos o si, por el contrario, responde a intereses ajenos que comprometen la soberanía nacional. Problemas como la inmigración ilegal descontrolada, la falta de insumos médicos, los apagones recurrentes y el incremento de la carga tributaria bajo la excusa del "ahora o nunca" nos hacen cuestionar si el presidente es un títere de las élites globalistas, un traidor a la patria o simplemente un tonto útil.
1. Inmigración ilegal: una carga insostenible.
La inmigración ilegal ha alcanzado niveles alarmantes, afectando servicios básicos esenciales:
- Salud: Entre 2007 y 2018, el 18% de los nacimientos en hospitales públicos correspondieron a madres extranjeras, principalmente haitianas. Esta demanda creciente agota los insumos médicos y disminuye la calidad del servicio para los dominicanos
- Educación: Se destinan recursos significativos a la educación de niños inmigrantes, quienes en algunos casos han mostrado actitudes hostiles hacia el país que los acoge.
- Impacto económico: Miles de millones de pesos del presupuesto nacional se asignan a atender a inmigrantes ilegales, mientras la población local enfrenta apagones y un sistema de salud colapsado.
2. Fondos para ONG: recursos que conspiran contra el país
El gobierno asigna cuantiosos recursos a organizaciones no gubernamentales que muchas veces operan sin transparencia y con agendas contrarias a los intereses nacionales:
- Falta de rendición de cuentas: El 38% de las ONG financiadas por el Estado no han presentado informes detallados sobre el uso de los fondos.
- Injerencia extranjera: Muchas de estas organizaciones reciben financiamiento del exterior y promueven políticas que debilitan la cultura, la historia y la soberanía dominicana.
3. Aumento de impuestos y falta de inversión en la población
El gobierno ha promovido una política fiscal que castiga a los dominicanos con impuestos más altos mientras los recursos se diluyen en problemáticas ajenas:
- Reforma fiscal injusta: Se nos pide "sacrificio" mientras se financian proyectos que no aportan valor directo a la población.
- Prioridades erróneas: En lugar de fortalecer la infraestructura local, el gasto se redirige a agendas globalistas y migratorias que solo benefician a unos pocos.
4. Subvenciones a sindicatos y empresas extranjeras
El gobierno también destina fondos significativos a subsidiar sindicatos ineficientes y empresas extranjeras con un historial cuestionable:
- Sindicatos privilegiados: Organizaciones sindicales reciben recursos desproporcionados sin generar un impacto positivo tangible en la economía.
- Empresas extranjeras: Compañías como Barrick Gold reciben beneficios fiscales y subsidios millonarios, mientras explotan los recursos naturales del país sin una compensación justa para los dominicanos.
Conclusión.
Luis Abinader tiene la responsabilidad de gobernar para los dominicanos, pero su accionar hasta el momento parece indicar lo contrario. Desde la creciente influencia de organismos internacionales hasta el desmedido gasto en inmigración ilegal, ONG con intereses dudosos y subsidios a empresas extranjeras, el gobierno ha fallado en priorizar a su pueblo. Es momento de exigir transparencia, control migratorio y una gestión enfocada en fortalecer la soberanía y el bienestar de la República Dominicana.
¡Es hora de poner primero a los dominicanos!
Autor: Job VAsquez.
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