Desde que tenemos conciencia, nos venden la idea de que la verdad es algo sublime, algo que debemos perseguir como si de un tesoro sagrado se tratara. Pero la realidad es otra: la verdad, esa broma cósmica de mal gusto, no está esperando a ser descubierta; simplemente está ahí, sin importarle nuestra búsqueda obsesiva. Y lo peor de todo es que, cuando finalmente creemos haberla encontrado, nos damos cuenta de que no era tan especial como pensábamos.
Paso 1: Cuestiona todo lo que crees saber
Desde pequeños nos llenan la cabeza de ideas preconcebidas, dogmas culturales y verdades a medias. Pero si de verdad quieres recorrer el camino hacia la verdad, debes empezar por derribar esas estructuras. Pregúntate: ¿Realmente creo esto porque es verdad o porque me lo dijeron tantas veces que ya ni lo cuestiono?
Paso 2: Observa la realidad sin filtros
Aprende a ver las cosas como son, no como quieres que sean. La percepción es una trampa mortal: el cerebro edita, recorta, y maquilla la realidad para que encaje en tu narrativa personal. ¡Cuidado con eso!
Paso 3: Destruye tu ego
Si crees que tu identidad, tus logros o tus ideas son inquebrantables, ya perdiste. El ego es ese obstáculo que te hará ver la verdad solo cuando le convenga. Y la verdad, amigo mío, rara vez es conveniente.
Paso 4: La filosofía es tu amiga, pero no te cases con ella
Sumérgete en la filosofía. Desde los escépticos como Pirrón hasta el racionalismo de Descartes, pasando por el cinismo de Nietzsche. Pero ojo: no conviertas sus palabras en tu nueva religión. La filosofía es una herramienta, no una verdad absoluta.
Paso 5: La ciencia explica, pero no da significado
Física, biología, neurociencia... Sí, te ayudarán a comprender cómo funciona todo, pero no esperes que te digan por qué estás aquí o para qué. La ciencia es pragmática; el sentido de la vida sigue siendo un asunto pendiente.
Paso 6: Confronta tus miedos
Si buscas la verdad, tarde o temprano te toparás con preguntas que dan miedo. ¿Y si nada tiene sentido? ¿Y si todo es una ilusión? No huyas. Afróntalo. Si sigues adelante, quizá descubras que el sentido de la vida es el que decides darle.
Paso 7: La verdad nunca es cómoda
Lamento informarte que la verdad rara vez se siente como un abrazo cálido. Más bien, es como un balde de agua fría en plena madrugada. Pero una vez que la ves, no hay marcha atrás.
Spoiler final: La verdad es una gran ironía
Después de toda la búsqueda, de romper esquemas, de cuestionarlo todo, de sacrificar horas de sueño y debates internos, llegarás a una gran revelación: Nada importa tanto como creías. La mayoría de los problemas existenciales son solo distracciones para evitar enfrentarnos a la única verdad absoluta que conocemos desde que nacemos: vamos a morir.
La verdad absoluta es un lujo inalcanzable. Y si por casualidad la encuentras, te darás cuenta de que el universo no tiene ninguna obligación de hacer sentido. Mientras tú te obsesionas con encontrar respuestas, el resto del mundo sigue adelante con su vida, disfrutando pequeñas mentiras cómodas.
Conclusión: Ríe antes de que el telón baje
Enfréntalo, la verdad duele, cansa y muchas veces te deja vacío. Pero ahí es donde entra el humor negro, el sarcasmo y la ironía. Porque al final del día, todo es tan ridículo que la mejor forma de enfrentarlo es con una sonrisa cínica.
La verdad está ahí, pero... ¿seguro que quieres conocerla?
Conclusion:
Después de años de cuestionarte todo, de leer toneladas de filosofía, de analizar la realidad hasta el cansancio, de destruir tu ego y confrontar tus miedos más oscuros... te darás cuenta de que la verdad es una broma cósmica de mal gusto.
Descubrirás que:
Nada importa tanto como creías. La mayoría de tus problemas existenciales son simples distracciones del hecho inevitable de que todos terminamos en el mismo destino: un agujero en la tierra o una urna en una repisa.
La verdad absoluta es un lujo inalcanzable. Y, francamente, si la alcanzaras, te aburrirías, porque lo divertido está en la búsqueda, no en la respuesta.
El universo no tiene ninguna obligación de hacer sentido. Así que deja de esperar que la vida te explique algo, porque en el fondo, es un montón de eventos aleatorios maquillados por la mente humana para sentirse especial.
El ser humano prefiere la comodidad a la verdad. Así que, mientras tú te quemas las neuronas en esta búsqueda, los demás estarán tranquilos viendo series de Netflix y debatiendo en redes sociales sobre cosas irrelevantes.
El humor negro es la única forma sensata de enfrentar la vida. Porque, al final del día, todo es tan ridículo que solo queda reírse antes de que el telón baje.
Así que disfruta la búsqueda, ríete en el proceso y no te sorprendas si, al final, la única verdad que encuentres es que todo es una gran ironía universal. 😏
Autor: Job Vasquez.
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