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La Injerencia de las ONGs en la República Dominicana: Una Amenaza a la Soberanía y a la Constitución.

La República Dominicana se enfrenta a una amenaza creciente en forma de organizaciones no gubernamentales (ONGs) financiadas por entidades extranjeras que, lejos de contribuir al desarrollo de nuestra nación, están socavando nuestra soberanía, violando nuestra Constitución y promoviendo agendas ajenas a los intereses nacionales. Aunque se presentan como defensoras de los derechos humanos, muchas de estas ONGs tienen una agenda oculta que busca imponer cambios drásticos en la estructura social, legal y cultural del país. En este artículo, expondremos cómo estas ONGs han violado la ley, manipulado el marco constitucional y provocado un daño real a la cohesión social dominicana.

1. Violación Directa de la Constitución: Una Injerencia Externa Peligrosa.

La Constitución de la República Dominicana es clara en su artículo 124: la soberanía reside en el pueblo, y ningún poder externo tiene derecho a intervenir en nuestras decisiones nacionales. Sin embargo, muchas ONGs, financiadas por agencias como la USAID, han utilizado su poder económico y político para promover agendas que no solo son incompatibles con nuestra ley fundamental, sino que la socavan directamente. Estas organizaciones están utilizando tácticas de presión para influir en decisiones clave, manipulando la opinión pública y ejerciendo un control indirecto sobre los gobiernos locales.

Tomemos, por ejemplo, la Coalición por los Derechos y la Vida de las Mujeres y la Colectiva Mujer y Salud, que insisten en la legalización del aborto en un país donde la Constitución protege la vida desde la concepción. La presión internacional sobre estos temas es evidente, y estas ONGs están trabajando para llevar la agenda del aborto a la legislación dominicana, desoyendo no solo nuestra Constitución, sino también el mandato moral y cultural que la mayoría de la población sostiene. A través de financiamiento y lobby político, estas organizaciones no solo buscan imponer una práctica ajena a nuestra realidad, sino que, al hacerlo, están desbordando los límites de la democracia para convertirse en agentes de una agenda globalista.

2. La Inmigración Haitiana: Un Desafío Abierto al Estado de Derecho.

Uno de los ejemplos más dañinos de la intromisión de ONGs extranjeras es su rol en la defensa de los inmigrantes haitianos. ONGs como MUDHA (Movimiento de Mujeres Dominico-Haitianas) promueven políticas de regularización masiva de inmigrantes haitianos, una medida que no solo contradice las leyes de inmigración dominicanas, sino que pone en peligro la seguridad, la economía y la identidad cultural del país.

La Ley 285-04 sobre Migración y la Constitución Dominicana establecen claramente las normas sobre la inmigración y la nacionalidad. Sin embargo, estas ONGs se han alineado con las políticas internacionales que buscan una apertura indiscriminada de nuestras fronteras, sin considerar el impacto negativo que esto tendría en nuestra población y recursos. Los problemas sociales, económicos y de seguridad que resultan de esta política no son meras especulaciones; ya estamos viendo el aumento de la violencia, el crimen organizado y la saturación de nuestros servicios públicos debido a la inmigración masiva de personas que no contribuyen de manera significativa al desarrollo del país.

La lucha por los derechos de los inmigrantes debe respetar las leyes nacionales, pero las ONGs han excedido estos límites al promover una agenda que beneficia a otros países a costa de nuestra estabilidad.

3. Fragmentación Social: La Agenda Global que Divide a la Sociedad Dominicana.

Las ONGs que promueven las agendas LGBTI+ o el aborto no solo están desafiando nuestras leyes, sino que también están creando una fragmentación social que no solo es innecesaria, sino destructiva. En un país donde las tradiciones y valores familiares son parte esencial de nuestra identidad, imponer políticas que van en contra de esas bases solo conduce a la polarización de la sociedad.

El apoyo incondicional a la comunidad LGBTI+, por ejemplo, no ha sido promovido de una manera que considere las creencias y valores de la mayoría de los dominicanos. Al contrario, se ha presentado como una agenda impuesta desde fuera, como una condición para recibir financiamiento o apoyo internacional. En lugar de promover la inclusión genuina, lo que estas ONGs han logrado es una división más profunda entre los sectores que apoyan sus propuestas y aquellos que ven en ellas una amenaza a la moral y los principios tradicionales del país.

La manipulación de la sociedad a través de campañas de sensibilización no solicitadas ha generado tensiones que no existían antes, colocando a estas ONGs como agentes divisivos en un país que necesita más que nunca la unidad.

4. Soberanía Nacional y la Manipulación de Agendas Extranjeras.

Es fundamental entender que el papel de las ONGs extranjeras no es, como algunas alegan, el de un agente neutral que busca el bienestar de nuestra nación. En realidad, muchas de estas organizaciones están al servicio de agendas internacionales que buscan modificar las estructuras sociales, políticas y económicas de la República Dominicana según criterios ajenos a nuestra realidad. USAID y otras entidades internacionales financian a estas ONGs con el objetivo de alinear a países como el nuestro con los intereses globalistas, lo que en muchos casos va en contra de los valores y derechos que los dominicanos han defendido durante generaciones.

El flujo de dinero y apoyo que estas ONGs reciben no es altruista ni desinteresado. Se trata de un mecanismo de influencia que busca moldear a las naciones según un modelo que favorece a los grandes poderes internacionales, no a los pueblos. La política de "ayuda" es, por lo tanto, una forma de manipulación que amenaza nuestra soberanía y nuestra capacidad de tomar decisiones autónomas como nación.

Conclusión: La Amenaza Real de la Injerencia Internacional en la República Dominicana.

El impacto de estas ONGs en la República Dominicana no es una cuestión de diferencias ideológicas, sino de una amenaza real a nuestra soberanía, nuestra cultura y nuestras leyes. La influencia de estas organizaciones, alimentada por fondos extranjeros, está siendo utilizada para promover una agenda que no solo es incompatible con los valores dominicanos, sino que también pone en peligro la estabilidad social y económica del país. La República Dominicana no debe seguir permitiendo que fuerzas externas dicten su futuro. Es hora de reafirmar nuestra soberanía y proteger nuestros principios fundamentales, antes de que se nos arrebaten de manera irreversible.

La verdadera ayuda internacional debería respetar nuestra autonomía y nuestras decisiones nacionales. Si estas ONGs no están dispuestas a trabajar dentro de los marcos establecidos por nuestra Constitución y leyes, deberían reconsiderar su presencia e influencia en nuestro país. La defensa de la soberanía y la identidad nacional debe ser la prioridad de todos los dominicanos, y no podemos permitir que agendas extranjeras sigan socavando nuestras leyes y nuestra cultura.

Autor: Job Vasquez

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