Respuesta Filosófica y Ontológica a un Insulto Irracional

Srs. DiarioLibre,

Antes de proceder a responder su desesperado articulo, permítame agradecerle por brindarme la oportunidad de reflexionar y compartir una perspectiva filosófica sobre nuestras divergencias. Quisiera, en primer lugar, aclarar que mi intención no es la de responder al insulto con otra ofensa, sino más bien invitar a un diálogo constructivo y profundo que pueda esclarecer nuestras diferencias.

El calificativo de "nacionalista de porquería" que ha utilizado para dirigirse al Movimiento Patriotico La Antigua Orden Dominicana no solo es innecesariamente ofensivo, sino que también revela una carencia de argumentación racional y una dependencia de la agresión verbal como sustituto del pensamiento crítico. La filosofía ontológica nos enseña que la naturaleza del ser humano es compleja y que nuestras identidades y creencias son construcciones que merecen ser examinadas con cuidado y respeto.

La empatía, una virtud que usted menciona, debe ser entendida no como una herramienta selectiva y manipuladora, sino como una capacidad de entender y compartir los sentimientos y experiencias del otro. En este sentido, la empatía verdadera requiere de un diálogo sincero y de la disposición a escuchar y comprender perspectivas distintas a las propias.

En cuanto a la cuestión de la transculturalización y la influencia sobre la cultura, creencias y soberanía de un pueblo, es fundamental recordar que cada nación tiene el derecho y el deber de proteger y promover su identidad cultural. Este principio no es una expresión de xenofobia o intolerancia, sino una manifestación de respeto hacia la historia y los valores que definen a una comunidad.

Los próceres de nuestra nación, al redactar nuestra carta magna, no solo nos legaron un conjunto de normas y principios, sino también una visión de un país soberano, respetuoso de sus tradiciones y abierto al diálogo con otras culturas, siempre en un marco de respeto mutuo. Es este respeto por nuestra propia identidad lo que guía mi postura, y no un rechazo irracional a lo extranjero.

En conclusión, le invito a que reconsidere el tono y el contenido de su crítica, y a que juntos exploremos nuestras diferencias desde una perspectiva de respeto y búsqueda de la verdad. Solo a través del entendimiento mutuo y la argumentación racional podemos aspirar a una sociedad más justa y armoniosa.

Atentamente,

Job Vasquez.