Me encontre con este articulo en un Diario local titulado Qué mundo este y quisiera "ALAGAR" al erudito progre que lo escribio.
Uffff, pero cuánta profundidad! La humanidad autodestruyéndose, los huracanes señalándonos con el dedo y la política global cayendo en picada. ¡Qué discurso tan original y perspicaz!
Analicemos.
1. Desdén por la inocencia:
Claro, ver a tu hijo durmiendo en paz le hace sentir culpable por no poder brindarle un mundo mejor. ¡Qué tragedia tan moderna! ¿No será más bien que estás proyectando tus propias inseguridades en un niño que, hasta donde sabemos, lo único que quiere es su próximo biberón?
2. Cambio climático y sus negacionistas:
El mayor huracán jamás visto, ¡qué espanto! Mientras tanto, en el Caribe, hemos lidiado con tormentas y huracanes desde tiempos inmemoriales. Pero, sí, sigamos culpando al cambio climático y a los "idiotas" que no están de acuerdo contigo, porque eso siempre arregla las cosas.
3. Política estadounidense:
Oh, la vergüenza ajena por el debate presidencial de un país que, según tú, es tuyo también. ¿Será que simplemente disfrutas el drama desde tu butaca de espectador privilegiado? De todas formas, ¿qué tiene que ver esto con nosotros los dominicanos, que tenemos nuestros propios líderes a los que aplaudir o criticar?
4. La ultraderecha en Europa:
Ah, la temida ultraderecha europea. La misma Europa que, dicho sea de paso, nunca ha terminado de entender ni respetar nuestras culturas latinoamericanas. Pero sí, claro, preocupémonos por su unidad, que aparentemente es lo que mantiene al mundo girando.
5. Geopolítica y los conflictos internacionales:
Rusia y Corea del Norte, la guerra en Ucrania, Gaza, El Líbano, África... ¡Vaya catálogo de problemas globales! ¿No será que estás sobrecargando tu capacidad de indignación al intentar abarcarlo todo? Tal vez podrías empezar por preocuparte un poco más por tu entorno inmediato.
6. Reflexión cósmica:
"Vivimos en un planeta que es una pizca de arena en el universo." ¡Wow! Eso sí que es pensar en grande. Pero, mientras tanto, nosotros aquí en la República Dominicana seguimos con nuestros propios desafíos y bellezas cotidianas, más interesados en soluciones prácticas que en filosofías estelares.
La humanidad ha comprado el ultranacionalismo y el negacionismo, y tú, con tu tono alarmista y superior, no haces más que perpetuar esa división. Quizás, en lugar de lamentarte tanto, podrías dedicarte a hacer algo concreto por tu comunidad, por tu cultura y por tu país. Después de todo, si de verdad quieres un mundo mejor para tu hijo, empieza por casa.
Autor: Job Vasquez.
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