Me han pedido que explique por qué siento tanto orgullo de ser dominicano, y sé que mis palabras tal vez solo puedan ser comprendidas plenamente por otro compatriota. En el corazón de mi identidad yace un amor profundo y un vínculo indestructible con Quisqueya, la patria que ha moldeado mi alma y mi destino.
El Alma de Quisqueya.
Quisqueya no es solo un nombre en el mapa, es la encarnación de una historia de lucha y superación. Cada rincón de nuestra tierra está impregnado con la huella de nuestros antepasados, quienes con valor y sacrificio labraron un camino hacia la libertad y la dignidad. Sentir el orgullo de ser dominicano es reconocerme parte de una tradición de resistencia y resiliencia que ha marcado nuestra historia.
El Sentimiento de Pertenencia.
Mi conexión con Quisqueya va más allá de las palabras. Es un lazo profundo que se fortalece con cada amanecer y se renueva con cada desafío. En nuestra tierra encuentro la inspiración para perseguir mis sueños y la fuerza para enfrentar los obstáculos. Estoy arraigado a esta tierra como un árbol a su suelo, sintiendo sus alegrías y sus penas como propias, comprendiendo que en cada momento de nuestra historia, nuestro destino se ha forjado con tenacidad y amor por lo nuestro.
La Belleza de Nuestra Cultura.
Nuestra cultura es un tesoro que resplandece con la calidez de nuestra gente y la riqueza de nuestras tradiciones. Desde la música que llena nuestras calles hasta la alegría que contagia nuestras celebraciones, cada aspecto de nuestra identidad refleja la pasión y el espíritu indomable que nos define. Celebrar ser dominicano es honrar la diversidad que nos enriquece y nos une como pueblo, reconociendo que nuestra fuerza reside en nuestra unidad y nuestro compromiso con un futuro mejor para todos.
Conclusión:
En cada reflexión sobre mi orgullo de ser dominicano, sé que mis palabras pueden resonar profundamente solo en el corazón de otro compatriota. Somos herederos de una tierra que nos desafía a ser mejores, a valorar nuestra historia y a construir un futuro donde todos tengamos la oportunidad de prosperar. Estoy consciente de que ser dominicano es un privilegio que llevo con humildad y gratitud, sabiendo que en Quisqueya encuentro no solo mi origen, sino el horizonte de mis aspiraciones y el calor de mi hogar.
Me llena de orgullo ser DOMINICANO DE PURA CEPA que viva la REPUBLICA DOMINICANA.
Autor: Job Vasquez
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