Todo lo que somos lo conquistamos con valor, construimos con sangre una Nación soberana, no pagamos por ella. Dios, patria y libertad es nuestro lema. Nuestro credo: RD ha de ser una patria libre y soberana de toda potencia extranjera o se hunde la isla.
La historia de la humanidad está marcada por la lucha constante por la libertad y la soberanía. Desde tiempos inmemoriales, los pueblos han alzado sus voces y empuñado sus armas en busca de una existencia libre de opresión y dominación. La República Dominicana no es una excepción. Nuestro recorrido histórico está impregnado de actos heroicos, sacrificios inenarrables y una determinación férrea por ser dueños de nuestro propio destino.
Valor y Conquista.
El valor, en su esencia más pura, es el motor que impulsa a los individuos y a las naciones a enfrentar lo desconocido, lo temible y lo aparentemente insuperable. La valentía de los hombres y mujeres dominicanos no solo nos liberó del yugo colonial, sino que también cimentó las bases de una nación que valora su independencia por encima de todo. Este valor no es un simple atributo, sino una cualidad intrínseca que se ha transmitido de generación en generación, forjando el carácter nacional y la identidad colectiva.
Construcción con Sangre.
La sangre derramada en los campos de batalla y en las revueltas populares no es meramente un símbolo de sacrificio, sino el fundamento mismo sobre el cual se erige nuestra soberanía. Cada gota de sangre derramada representa un compromiso inquebrantable con la libertad y la justicia. La historia dominicana está llena de episodios donde la lucha por la independencia y la defensa de nuestra tierra fueron pagadas con la vida de aquellos que creyeron en un futuro libre de dominación extranjera. Esta sangre derramada es un recordatorio constante de que nuestra libertad no fue un regalo, sino una conquista arduamente ganada.
Soberanía Nacional
La soberanía es el principio inalienable que define a una nación verdaderamente libre. La República Dominicana, a lo largo de su historia, ha enfrentado numerosas amenazas a su soberanía, tanto internas como externas. Sin embargo, el espíritu indomable de nuestro pueblo ha prevalecido, reafirmando una y otra vez que nuestro destino no puede estar en manos de potencias extranjeras. La soberanía no es solo un concepto jurídico, sino una realidad vivida y defendida con fervor por cada dominicano que entiende que la independencia es el bien más preciado.
Dios, Patria y Libertad.
Nuestro lema, "Dios, Patria y Libertad", encapsula los valores fundamentales que guían nuestra existencia como nación. Dios representa la fe y la moral que sustentan nuestras acciones. La patria simboliza el amor y la devoción por nuestra tierra y nuestra gente. La libertad es el estado ideal que buscamos y defendemos con todas nuestras fuerzas. Este lema no es solo una declaración, sino un compromiso diario que asumimos como ciudadanos responsables de mantener y proteger nuestra herencia.
El Credo de la Soberanía.
El credo de que "Republica Dominicana ha de ser una patria libre y soberana de toda potencia extranjera o se hunde la isla" no es un simple eslogan patriótico. Es una declaración de principios que refleja la determinación de un pueblo por mantener su identidad y su independencia a toda costa. Este credo nos recuerda que la libertad no es negociable y que la soberanía es el pilar sobre el cual se construye nuestra nación. Nos insta a estar siempre vigilantes, a no permitir que las influencias externas dicten nuestro rumbo y a defender con todas nuestras fuerzas el legado de nuestros antepasados.
Reflexión Final.
En un mundo cada vez más globalizado, donde las fronteras se difuminan y las influencias externas son más poderosas que nunca, es crucial recordar y reafirmar los principios que nos han definido como nación. La República Dominicana debe mantenerse firme en su compromiso con la libertad y la soberanía, entendiendo que estas no son meras palabras, sino realidades forjadas con valor y sangre. Debemos honrar a aquellos que nos precedieron, no solo recordando sus sacrificios, sino viviendo de acuerdo con los principios que nos legaron. Solo así, podremos asegurar que la isla nunca se hunda, sino que permanezca erguida y libre, como símbolo de la determinación y el espíritu indomable del pueblo dominicano.
Que Viva La Republica Dominicana.Dios, Patria y Libertad.!!!!
Autor: Job Vasquez
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