En medio de las complejidades políticas y sociales, es crucial recordar el verdadero significado del patriotismo. Soy patriota de corazón, pero entiendo que serlo va más allá de las palabras vacías o las acciones impulsivas. Es un compromiso arraigado en los valores fundamentales de nuestra patria, aquellos que han sido forjados a lo largo de una historia marcada por la valentía y la lucha por la identidad y la soberanía.
En nuestra historia, encontramos episodios de heroísmo y sacrificio que ilustran el espíritu indomable del pueblo dominicano. Desde los días de la gesta independentista hasta las luchas por la restauración de la República, hemos enfrentado desafíos con determinación y coraje. Cada momento de lucha ha sido una afirmación de nuestro amor por la patria y nuestra determinación de resistir la adversidad.
Sin embargo, el verdadero patriotismo no se limita a recordar el pasado glorioso, sino que se manifiesta en el presente, en la capacidad de resistir la manipulación y el caos. Creo firmemente que defender la patria implica rechazar la incitación al odio, la difusión del miedo y la manipulación de la política barata. Nuestra lealtad debe estar arraigada en los valores patrios, no en los caprichos de aquellos que buscan dividir y enriquecerse a expensas del pueblo.
Creo en el pueblo dominicano, en su valentía histórica y en su ferviente amor por la patria. En momentos cruciales, no hay duda en mi corazón de que estaremos allí, gritando con fuerza: ¡Dios, Patria y Libertad! Con la llama de nuestros antepasados como guía, nos comprometemos a mantener viva la llama del patriotismo verdadero, siempre listos para defender con honor lo que es nuestro.
0 Comentarios