La Verdad Inefable: Reflexiones Sobre el Equilibrio de la Vida y la Muerte

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La Verdad Inefable: Reflexiones Sobre el Equilibrio de la Vida y la Muerte

 

Al leer esta frase quise reflexionar filosoficamente sobre ella de forma ontologica y sumergirme hacia  una instrospeccion de lo mas fificil que para mi es: Demostrarle a la unica persona que nunca podras engañar que estabas equivocado: TU MISMO.

La única verdad incuestionable en la vida es la muerte. Es el final inevitable que todos compartimos, independientemente de nuestras diferencias. Sin embargo, en el tránsito hacia ese destino final, hay dos cosas que emergen como las más importantes: lo que no te deja dormir y lo primero que te perturba al abrir los ojos en la mañana. Estas preocupaciones y ansiedades revelan las profundidades de nuestras almas y lo que realmente valoramos.

En mi vida, no siempre he tenido el dinero para brindar lujos a mis hijos, pero ellos me aman profundamente. Este amor incondicional es una prueba de que la felicidad y la satisfacción no están ligadas a las posesiones materiales. He cometido errores como esposo, lo que llevó a que dos mujeres maravillosas, las madres de mis hijos, se alejaran. Aun así, mantengo una relación entrañable con una de ellas, y la otra, aunque no me tolera mucho, me brinda todas las consideraciones necesarias. Esto se debe a una sola razón: nunca les mentí sobre quién era, ni sobre quién soy.

Elegí a dos mujeres excepcionales para ser las madres de mis hijos, y esto reafirma mi convicción de que siempre he buscado la verdad y la integridad en mis relaciones. No soy pobre ni rico, pero soy feliz. No tengo préstamos y no trabajo 8 horas al día como un esclavo, aunque en el pasado, cuando lo hacía, alcancé la cima de mi carrera. Sin embargo, ese éxito vino acompañado de la necesidad de soportar las amarguras de jefes que se sentían amenazados y lucraban de mis triunfos. A pesar de eso, fui amado por mis subordinados y admirado por ambos, jefes y subordinados, por mi conocimiento y humanidad como líder. Fui respetado por mi rectitud y siempre he luchado por mantener un equilibrio entre mis errores, mis disculpas y mis reclamos.

Esta reflexión sobre mi vida me lleva a entender que el equilibrio es fundamental. La vida está llena de errores y aciertos, de amores y desamores, de riquezas y pobrezas, pero lo que realmente importa es cómo manejamos estos contrastes. La integridad, la honestidad y la capacidad de aprender de nuestras fallas son las piedras angulares que sostienen nuestra existencia.

Cada día es una oportunidad para crecer y mejorar. Mis experiencias pasadas me han enseñado a valorar el presente, a vivir cada momento con plena conciencia y a no dar por sentado lo que tengo. A través de los años, he aprendido que nuestras acciones y decisiones tienen un impacto significativo en quienes nos rodean. Mi integridad y humanidad no solo han influido en mi vida personal, sino también en la profesional, dejando una huella positiva en aquellos que han trabajado conmigo.

La aceptación de la muerte como la única verdad inevitable nos invita a vivir de manera más plena y consciente, apreciando cada momento y esforzándonos por ser mejores personas. La vida es un proceso continuo de aprendizaje y adaptación, y es en este viaje donde encontramos nuestro verdadero valor.

En última instancia, la felicidad radica en encontrar ese equilibrio, en aceptar nuestras imperfecciones y en esforzarnos por ser mejores cada día, sabiendo que la verdad y la autenticidad son los pilares de una vida plena y significativa. La muerte es la única certeza, pero lo que hacemos en el camino hacia ella define quiénes somos y cómo seremos recordados.

Autor: Job Vasquez.

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