Volver a Estar Dormido: Un Análisis Filosófico-Ontológico de la Resignación y la Búsqueda de la Ignorancia.

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Volver a Estar Dormido: Un Análisis Filosófico-Ontológico de la Resignación y la Búsqueda de la Ignorancia.

 


Dedicado a mi amada República Dominicana.

Si alguna vez me preguntaran cuál sería mi mayor deseo, sin dudarlo un segundo, pediría volver a estar dormido. Desearía ser como la gran mayoría de las personas que viven encerradas en su burbuja de negación, no afectado por la necesidad de buscar una explicación lógica a la irracionalidad de la conducta humana.

La Burbuja de la Negación.

Nací en un país maravilloso, lleno de gente amable y solidaria. Sin embargo, con el tiempo, he sido testigo de una transformación inquietante. Mi país, otrora cálido y acogedor, se ha convertido en una película de Quentin Tarantino, donde el caos y la violencia parecen ser los protagonistas. Esta metamorfosis no es solo externa; es interna y profunda, afectando el alma de nuestra sociedad.

La burbuja de negación en la que vive la mayoría de las personas es una respuesta natural al miedo y a la incertidumbre. Encarcelados en una falsa sensación de seguridad, muchos prefieren no enfrentar la cruda realidad. Este estado de somnolencia voluntaria les permite evitar la angustia que viene con la conciencia plena de nuestras circunstancias. Es una protección contra el dolor y la impotencia que sentimos al confrontar las verdades incómodas sobre nuestra sociedad y nuestro papel en ella.

El Miedo y la Fragmentación Social

El miedo, a menudo infundado, ha sido el catalizador de nuestra división. Nos hemos convertido en una sociedad egoísta y falsa, plagada de un complejo de inferioridad que nos impulsa a fingir ignorancia por conveniencia. Este comportamiento no es solo una defensa, sino también una traición a nuestra verdadera esencia.

Este miedo nos ha llevado a construir muros entre nosotros, erosionando la solidaridad que una vez fue nuestro orgullo. En su lugar, hemos adoptado una postura de insensibilidad y desconexión. Pretendemos no ver, no oír, y no sentir, en un intento desesperado por mantener una apariencia de normalidad en un mundo que se desmorona a nuestro alrededor.

La Pérdida de Identidad y la Metástasis Cultural.

Me rompe el alma ver cómo mi país y mi gente se han resignado a ser actores de reparto o dobles de riesgo en una película de segunda con un guion mediocre, escrito por forasteros que no conocen nuestra cultura. Estos forasteros intentan imponer a la fuerza sus valores y su visión del mundo, como un cáncer que hace metástasis en nuestra identidad, valores y cultura. El propósito malsano de esta imposición es claro: despojarnos de todo lo que nos importa, dejándonos vacíos y desarraigados.

La Falacia de la Solución Externa.

Hace décadas que tenemos conciencia de que una solución real no es un proceso a corto plazo. Basado en nuestra historia, la solución real a nuestros problemas no tuvo, tiene, ni tendrá un origen en nuestra casta política, organizaciones internacionales, o los préstamos de instituciones financieras internacionales. Su falsa filantropía y su papel de defensores de la democracia, erradicadores del hambre y defensores de la paz son una fachada. Mientras nos apuntan con sus bombas, solo quieren que entreguemos nuestros recursos naturales, nuestra soberanía, y últimamente, nuestros hijos, nuestra mente y nuestras vidas.

Recordando Nuestro Pasado para Salvar Nuestro Futuro.

En momentos de crisis, es esencial recordar lo que nos hizo grandes en el pasado para poder salvar nuestro futuro. Nuestra historia está llena de ejemplos de valentía, resiliencia y solidaridad. Desde la lucha por nuestra independencia hasta la defensa de nuestra identidad cultural, hemos demostrado una y otra vez que somos un pueblo capaz de grandes logros cuando nos unimos y actuamos con determinación.

Como dijo Juan Pablo Duarte: "Vivir sin patria, es lo mismo que vivir sin honor."

La hospitalidad, la alegría y la solidaridad son valores que siempre han definido a la República Dominicana. La capacidad de levantarnos después de cada adversidad y seguir adelante con optimismo y esperanza es algo que no debemos olvidar. Nuestra rica cultura, nuestras tradiciones y nuestra música son testamentos de una identidad que es fuerte y vibrante.

Pedro Mir nos recordó: "Hay un país en el mundo colocado en el mismo trayecto del sol."

La Necesidad de Despertar.

La solución a esta crisis no radica en la ignorancia, sino en la conciencia y la acción. Es crucial despertar del letargo en el que hemos caído y enfrentar nuestra realidad con valentía. Solo a través de la confrontación y la lucha podremos recuperar nuestra identidad y nuestro sentido de comunidad.

Desearía estar dormido, pero sé que ese no es el camino. La verdadera transformación solo puede venir de aquellos que están despiertos y dispuestos a luchar por un futuro mejor. Debemos rechazar la resignación y el conformismo, y en su lugar, abrazar la responsabilidad de ser agentes de cambio en nuestra sociedad.

Salomé Ureña lo expresó de manera conmovedora: "La patria es el amor a todo lo que nos rodea: la familia, el hogar, el terruño y la fe."

Reflexión Final.

El deseo de volver a estar dormido es comprensible, pero en última instancia, contraproducente. La búsqueda de la ignorancia como refugio solo perpetúa el ciclo de decadencia y alienación. Despertar y enfrentar nuestra realidad con honestidad y determinación es el primer paso hacia la recuperación de nuestra identidad y la restauración de nuestra sociedad.

Como individuos conscientes, tenemos el deber de romper la burbuja de negación y trabajar juntos para construir un futuro en el que nuestros valores, cultura y humanidad sean respetados y celebrados. Solo así podremos transformar nuestra nación y nuestras vidas, dejando atrás el guion mediocre que nos ha sido impuesto y escribiendo nuestra propia historia, una que refleje verdaderamente quienes somos y lo que valoramos.

Autor: Job Vasquez.


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