Si el propósito de un ser racional y lógico es encontrar al Mesías prometido, la estrategia más efectiva no sería seguir a figuras contemporáneas que, sin pruebas contundentes, aseguran tener la clave de su regreso. En lugar de esto, se debería comenzar con el estudio de las pocas personas que, según los registros históricos y religiosos, sabían con certeza dónde nacería el Mesías y qué señales observar para reconocer su llegada. Estos individuos no eran parte de la sociedad del entorno inmediato de Jesús, sino extranjeros que vinieron desde lugares distantes, conocidos hoy como los tres Reyes Magos.
Origen histórico de los Reyes Magos
En el evangelio de Mateo, se menciona a los Reyes Magos, quienes siguieron una estrella que los guió hasta el recién nacido Jesús en Belén. Sin embargo, los detalles sobre estos personajes son escasos en las escrituras. La tradición posterior los identifica como Melchor, Gaspar y Baltasar, y se cree que provenían de Persia, Arabia y la India o Babilonia. Estos hombres, descritos como "sabios" o "magos" (del griego "magoi"), no eran monarcas en el sentido literal, sino posiblemente sacerdotes o astrólogos, poseedores de conocimientos ancestrales sobre astronomía y profecía.
Si nos remontamos a las culturas de estos lugares —particularmente Persia y Babilonia— encontramos que la astronomía y la astrología jugaban roles fundamentales en su percepción del cosmos y del destino. Los sacerdotes zoroastrianos, quienes posiblemente influyeron en la historia de los Reyes Magos, mantenían una profunda relación con las estrellas y consideraban los movimientos celestes como señales divinas.
En este contexto, la “estrella de Belén” puede interpretarse no solo como un fenómeno astrológico, sino también como una señal predicha y anticipada por tradiciones que se transmitían de generación en generación. Aquí radica uno de los aspectos más cruciales de esta búsqueda: si los Reyes Magos poseían este conocimiento sobre la llegada del Mesías, es plausible que dicho saber no haya sido fruto de una epifanía individual, sino de una tradición bien guardada y transmitida cuidadosamente a lo largo del tiempo.
Geografía y culturas: los lugares de origen de los Reyes Magos en la actualidad
Si en su momento los Reyes Magos lograron interpretar las señales cósmicas que anunciaban el nacimiento del Mesías, cabe preguntarse si dicho conocimiento ha seguido vivo, transmitido en secreto por sus descendientes, esperando el momento oportuno para revelar una nueva profecía. ¿Sería posible que los herederos de este saber aún existan, escondidos entre nosotros, preservando las mismas claves ancestrales que una vez guiaron a sus antepasados a Belén?
El conocimiento que sobrevive a la historia
En muchas culturas ancestrales, el conocimiento no se compartía abiertamente. Era un privilegio, reservado para los iniciados y los que tenían la capacidad de comprenderlo y transmitirlo de manera fiel. La posibilidad de que el conocimiento sobre el Mesías haya sido cuidadosamente guardado, transmitido de generación en generación, podría sugerir que aún hay quienes poseen las claves sobre su retorno. Al estudiar la historia de aquellos que sabían dónde encontrar al Mesías en su primera venida, uno podría aventurarse en una búsqueda mucho más sólida que la mera especulación basada en mitómanos y falsos profetas modernos.
Conclusión e interrogante final
En este análisis, hemos explorado la posibilidad de que el conocimiento sobre la llegada del Mesías pueda estar contenido en las tradiciones ancestrales de culturas antiguas como la persa, babilónica y árabe, transmitido a través de linajes ocultos a lo largo de la historia. Esto abre una pregunta crucial y paradójica: si el conocimiento sobre la venida del Mesías ha sido preservado durante siglos por unos pocos elegidos, ¿podríamos estar buscando respuestas en el lugar equivocado al seguir las voces modernas de aquellos que claman poseer la verdad, cuando la verdadera clave podría estar oculta en la historia y las estrellas?
¿Y si, en nuestra búsqueda del Mesías, hemos estado mirando siempre hacia adelante, cuando quizás la respuesta está detrás, en las huellas de aquellos que ya lo encontraron una vez?
Autor: Job Vasquez.
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