En este artículo, quiero hablar desde mi experiencia personal con el PTSD y la depresión, sin recurrir a un lenguaje psicológico ni tratar a nadie como víctima. Mi intención es compartir cómo enfrenté y superé mis propios desafíos, con la esperanza de ofrecer una perspectiva realista y accesible para aquellos que puedan estar pasando por algo similar. Lo que compartiré proviene de mi vivencia, no de teorías o diagnósticos, y espero que encontrarán en estas palabras un poco de luz y apoyo. Primer paso en el camino hacia la sanación: decir en voz alta y con una sonrisa irónica, "Admito que soy un MIERDA!!!". ¡Créeme, es liberador!
Vamos al grano: sé que la vida puede ser una auténtica mierda, y no, no estás solo en esta lucha. Si alguna vez te has sentido como un completo desastre, atrapado en un torbellino de pensamientos oscuros, aquí va un pequeño recordatorio: a veces, la vida es tan cruel que solo podemos reírnos de ella para no llorar. Y sí, me estoy refiriendo a esa etapa en la que te das cuenta de que te sientes como un estorbo más que como una persona funcional.
La Realidad Brutal.
Aceptar que te sientes como una mierda no es fácil, lo sé. Es como mirarte al espejo y ver a un absoluto caos en lugar de una persona. Aceptar que la vida te ha dado un buen par de COÑASOS y que te sientes abrumado por todo puede ser tan desgarrador como ver una maratón de tus peores pesadillas. Pero aquí va un secreto: a veces, admitirlo es el primer paso hacia el cambio. Y aunque suene cruel, a veces es necesario reírse de esta mierda para no hundirse más en ella.
El Poder del Humor Negro.
¿Alguna vez has probado a reírte de ti mismo? Es como el antídoto perfecto para la tristeza. Cuando te das cuenta de que te has convertido en una especie de parodia de ti mismo, puedes encontrar la libertad en el sarcasmo. ¿Te sientes como una cagada? ¡Perfecto! Ríete de ello. ¿Tu vida está en ruinas? Excelente. Ríete de la ironía de todo esto. A veces, el humor negro y la autoironía son las herramientas más poderosas para romper el trance de la desesperación. Si puedes encontrar una sonrisa en medio del caos, estás un paso más cerca de la sanación.
Rodearte de Buenas Vibras
Sí, la vida puede ser dura, pero no te aísles. Permite que tu familia y amigos sean esa luz al final del túnel. A veces, la mejor forma de salir de la oscuridad es rodearte de personas que realmente te quieren. No hay vergüenza en pedir ayuda. De hecho, es uno de los actos más valientes que puedes hacer.
Aceptar y Avanzar
Aceptar que eres humano, con todas tus miserias y defectos, es liberador. La verdadera fortaleza no está en fingir que todo va de maravilla cuando en realidad estás hundido en un mar de caos, sino en mirar la mierda que tienes por vida y seguir adelante con una sonrisa irónica. La sanación no es un destino glorioso; es una travesía llena de tropiezos y momentos de autoaceptación donde te das cuenta de que tu vida no es más que una tragicomedia. Así que, ríete, llora, y avanza. Cada pequeño paso cuenta, incluso si es solo para reírte de lo jodidamente absurdo que es todo.
Conclusión
Sí, la vida puede ser una completa mierda, y a veces te sentirás como un desastre absoluto. Pero no estás solo en esto. Si encuentras en el humor negro y la autoironía un refugio, úsalo. Ríe de tus problemas y sigue adelante. A veces, la mejor manera de enfrentar el caos es con una buena dosis de sarcasmo y una sonrisa en el rostro. Al final, no olvides: eres más fuerte de lo que crees, incluso si te sientes como una cagada en este momento.
¿Sabes cuál es la diferencia entre un psicólogo y un pana? El psicólogo te escucha y te cobra por hacerlo, mientras que el pana solo te escucha y se ríe porque se pregunta cómo es que aún no has aprendido a manejar tu desastre, mientras él ya está en otro lío.
“Total, MANIN, al final, !!el que pestapierde ñea!! y to’ tamo montao en la misma guagua, lo que pasa e que alguno vamo reguindao de la puerta, y en vez de soltar ese peo, seguimos en la brega dándole caco a tóa esa mamaguebá."
Epavilate MMG..Que eta vida no e pa cobalde!!!!
Autor: Job Vasquez.
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